Top viera vidente Secrets

       El sueño es una segunda vida. No he podido penetrar sin estremecerme esas puertas de marfil o de cuerno que nos separan del mundo invisible. Los primeros instantes del sueño son la imagen de la muerte; un adormecimiento nebuloso embarga nuestro pensamiento y no podemos determinar el instante en que el yo, bajo otra forma, continúa la obra de la existencia.

Pero esa transformación que comienza con el conocimiento de sí, no es en el futuro ni depende del tiempo, ni tampoco se experimentará como closing del ciclo terrestre de existencia. Lo que pertenece al tiempo no puede experimentar lo intemporal. La transformación no se producirá en un cierto momento que imaginamos adelante, en el futuro; por el contrario, lo true carente de tiempo está siempre al alcance del hombre.

De esa manera, la concepción de un poder interior surge en el hombre de su frecuentación con los niveles profundos de la psique donde se liberan los siddhis. La magia aparece entonces como la forma más temprana de creencia en energías espirituales y precede al animismo en el desarrollo de la religión. Es razonable suponer que el hombre “primitivo”, ignorante de la estructura psicológica de su propia naturaleza, llegó a la creencia en la existencia del alma o psique, a partir de su actividad paranormal.

Aproximar los planos distintos, avanzar en lo desconocido a través de lo conocido, es función de la analogía. El conocimiento de sí abre las puertas del conocimiento total. A partir de ese conocimiento surge la presencia de lo actual en el inside del hombre y adviene un nuevo estado de conciencia.

Estaba maduro para la muerte; y por un camino lleno de peligros, mi debilidad me conducía hacia los confines del mundo y de la Cimeria, patria de las sombras y de los torbellinos.

He ahí, a grandes rasgos, el cuadro sobre el que se gestan las actitudes del poeta. Su devenir no trasciende el esquema pero se valoriza con su genio de artista y se enriquece con su permanente elección del dolor. El esoterismo que impregna sus Thoughts deriva de una unique manera de aprehensión del mundo y se apoya en las doctrinas e intuiciones místicas de ciertos pensadores de neta filiación tradicional. Lejos de la ortodoxia, busca mentores entre los “filósofos malditos” y se remite constantemente a ellos a través de su obra.

Estos interrogantes nos acercan a otro aspecto de la vida mística del autor de Les Chimères. El hombre que crea, que sueña o que alcanza estados de conciencia más sutiles, intuye que la mente, trascendiendo el razonamiento y los sentidos ordinarios, puede enfrentarse a una realidad de índole desconocida. Esa experiencia vital se logra merced a progresiones intrapsíquicas que superando diversos niveles acceden más allá de las apariencias y de las formas, a un plano en que se extinguen el espacio y el tiempo. En el hombre vive inmanentemente la posibilidad de realizar esa aprehensión de lo absoluto, que brota ante las grandes conmociones del espíritu, en la exaltación creadora o en la plenitud del amor.

Como diría Ouspensky, la poesía ve más y a mayor distancia, en el principio de la visión; el verdadero poeta es de hecho un clarividente. “Sólo ese fino aparato al que se llama el alma del poeta puede comprender y sentir el reflejo de los significados ocultos en el mundo formal”.one

Hay una vida superficial que mira hacia afuera y se nutre de la apariencia de las cosas y hay otra vida inside generalmente vaga e imprecisa que presiente dentro de sí misma un nivel top-quality de realidad. Cuando predomina la visión extravertida, el hombre no es más que el fariseo capaz únicamente de un entendimiento literal. Un ser en estado de sopor, que elogia, que teme, que presume y que sólo actúa por la satisfacción del mérito o la alabanza.

Las tradiciones arbitrarias contribuyen a su descrédito y lo impulsan a la clandestinidad. El espiritismo, la teosofía y el rosacrucianismo moderno, al reivindicar algunos de sus principios de manera unilateral y dogmática, trabajan indirectamente para su desprestigio, encerrando la visión del cosmos viviente y el acontecer paranormal, en la crimson asfixiante de neorreligiones y doctrinas cristalizadas.

Somos las abejas de lo invisible. Libamos locamente la miel de lo visible para acumularla en la colmena de lo invisible”. Estas Thoughts rilkeanas que fueron desarrolladas en la carta antes citada, culminan con la aproximación a la enigmática figura del “Ángel”, una entidad de esencia remarkable, un supremo iniciado, especie de semidios o intermediario celeste que ha trascendido los misterios de la vida y de la muerte y que se mueve con esa serena majestad que le confiere el hecho de transitar en lo invisible y reconocer en ello a la realidad en grado superlativo.

Estos versos de Rilke, del Libro de la Peregrinación, revelan su esfuerzo permanente por asediar la fuente intemporal del Ser mediante la experiencia poética. Su obra, vivida en función de un indeclinable sentimiento de cautividad, de ausencia y de búsqueda de Dios, fue un largo proceso de muerte y resurrección,­ un puente para superar la pluralidad de las formas y despertar a un nivel de conciencia cualitativamente distinta. Para él, el “estado poético” fue ante todo contemplación y videncia; un estado de transparencia apto para intuir lo invisible y revelar ese centro absoluto situado más allá de la frontera del dualismo. Convencido de que existe un “mundo abierto”, una realidad distinta de la que revela la percepción ordinaria, se impuso la ardua tarea de despertar de los sentidos alternando dentro de sí las causas que engendran la visión fragmentada. Como los románticos, admitía que la “vida oscura” se encuentra en incesante comunicación con esa otra realidad más vasta, anterior y excellent a la vida particular person.

La violencia se ejerce contra aquellos cuyo espíritu vive en la click for more info superficie de las cosas, contra los que transitan sin pasar por la náusea y consideran justificada su existencia con artificiales rutinas, con rangos arbitrarios, con prejuicios y suficiencias ilusorias.

El Monte Anábrand existe en algún lugar del planeta y su pie debe estar siempre al alcance de los seres humanos tal como la naturaleza los ha hecho, pues “la puerta hacia lo invisible debe ser obvious”. El poeta decide escalarlo y con un grupo de iniciados, parte a las antípodas bajo el mando del extraño Padre Sogol, especie de Gurdjieff-Ouspensky, que ha comprobado­ racionalmente la existencia del monte y al que Daumal señala como “nuestro mayor en las cosas de la montaña”. Finalmente los aventureros fuerzan la entrada de ese mundo oculto, al que la curvatura de su espacio protege de la curiosidad y la codicia, como una gota de mercurio es impenetrable para el dedo que intenta tocar su centro. La ascensión es difícil, pero Daumal, luego de alcanzar un refugio, retorna al anterior para “enseñar nuestros primeros conocimientos a otros buscadores”. A cada avance le sigue un retroceso, pues es ineludible preparar a los que habrán de ocupar el lugar que se abandona.

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